Rincón literario

Todo nace de dentro…

Tras muchos años escribiendo he decidido publicar lo que escribo, por la sencilla razón de que me gustaría tener distintas opiniones sobre mi forma de escribir. Además, también por si alguien puede ayudarme a perfeccionar lo que ya he escrito, o a darle ujn matiz diferente, o simplemente a darle un giro. En definitiva, a escribir.

Cada semana publicaré uno de mis escritos; espero que os gusten y os trasmitan algún sentimiento. No suelen ser de temática amorosa porque considero que alcanzar los sentimientos de personas que están sufriendo por alguna causa es lo más difícil de escribir, y quisiera reflejar aquí todo lo que sienten.

Una gota, y otra, y…

» Una gota, tan ligera

como todo lo que se esfuma;

el silencio que esperas que

nunca se acabe, pues es lo único

que te apoya.

Un sueño, colapsado e impedido

por acontecimientos imprevistos;

una mirada, empapada por esa gota

que se desliza suavemente

por todo el rostro y va recorriendo

lentamente toda esa amargura.

De repente, otra gota, y otra,

y un llanto, y…

tantas cosas ocurren en un

momento que no te das cuenta

de lo que verdaderamente buscas

es el consuelo de quien haga desaparecer

la última gota de llanto.»

¿Imaginas?

Imagina, imagina y piensa,

imagina y deja la mente volar.

Alcanza esa meta, llega al final,

saca el máximo partido a todo

y no te rindas jamás.

Lucha, lucha y vence,

lucha y deja ganar,

que los que un día no te ayudaron

lo quieren volver a intentar.

Y ríndete al príncipe de la noche

deja tu mente volar, imagínate

luchando a favor de tus sueños

y venciéndole a la soledad.

Pequeña princesita

Pequeña princesita guardada en un cajón

que nunca verá la luz del sol,

pues la llave se ha perdido

en un bolsillo oscuro, lejos de su alcance

donde los colores han perdido su explendor.

En su mundo vive inmersa, ya no canta,

ya no reza, y ha dejado de llorar,

pues no queda ni una gota

que de su cuerpo de plástico pueda sacar.

Se acurruca en un rincón donde los miedos

no la vean, pues está cansada de que la inquieten,

de que la hagan llorar.

Busca apoyo y no lo ve, porque alguien

apagó su luz, sus esperanzas, sus alegrías,

sus ganas de vivir…

Muere pequeña princesita en el cajón,

pues la llave que un día en el bolsillo oscuro se perdió

no volverá a ver la luz del sol.

Y destronada de su reino la pequeña princesita murió,

sola, a oscuras y sin un rayo de amor.

Alma

Sumida en un mar de lágrimas

reside mi alma,

acallada por el sinfín de emociones

que recorren mi cuerpo

y hacen callar mi boca.

Emociones molestas, emociones descontroladas,

que perduran al paso del tiempo

como un recuerdo que quema.

Late mi corazón al ritmo de mis llantos

y la pureza de mi ser desaparece por completo

al no poder evitar la desgracia;

cortan mis alas y destruyen mis ansias.

Castigada mi alma al no encontrar el amor

que por sus ojos muere al sentir la pasión

un cuerpo desdichado camina.

Jaula

Soy como un pájaro encerrado

en una jaula pequeña, pero ésta

es tan pequeña que ni siquiera

puedo mover el cuello o abrir

mis pequeñas alas.

Soy como un león al que han

cazado y han obligado a permanecer

inmóbil, pero yo no he

percibido la libertad.

Soy la rebeldía controlada por

fuerzas de la no razón, porque

no existen, son pretextos para

llevar la contraria, para controlarme.

No existo yo, sólo lo que me

gustaría ser, un sueño inalcanzable

al que aspiro, y que espero conseguir

algún día por medio de esa rebeldía

que soy y que necesito seguir siendo

para poder salir de esa

pequeña jaula.

SERÉ

Seré como un papel que se lleva el viento,

seré como el agua que abandona el río,

seré la voz que abandona al cantante,

seré el sentimiento que se olvidó del amor.

Lo dejaré todo, hasta el amor,

no entregaré mi corazón,

pues quererme para mis adentros

es ahora mi ilusión.

Dejando de latir

Contemplo con rabia

lo duro que se vuelve mi corazón,

odio esas lágrimas que por mis

ojos manan y me nublan la vista,

el acelelar de la respiración,

que me ahoga en cada momento.

No puedo respirar, no puedo ver,

no puedo gritar ni puedo pensar,

sólo una cosa fría en mi mente

resalta por encima: el odio.

El odio es el rey, la rabia su aliada,

y si, una vez mezcladas

no fuera suficiente para expresar

lo que siento explicaré que mejor

morir que vivir en este calvario.

Las lanzas, esas lágrimas que

discurren y queman todo a su paso.

Sólo una palabra: imperdonable.

Fiel a su altar de dolor

reside mi vida, martirizada,

dolorida y cansada ya de su

corta duración sobre este mundo

que para muchos es ilusión.

Mis fuerzas se agotan y mi alma

se desvanece, como la hoja que

se lleva el viento y que fue arrancada

por considerarse ya innecesaria.

Saber reir, saber llorar, no tiene

diferencia, pues indistintamente

se pasa de uno a otro no pudiendo

disfrutar de ninguno de ellos.

y el miedo al llegar al hogar

cada día, ese temblor al entrar

por la puerta, tras la que nuestra

vida comienza a estar en peligro,

amenazada, desafiando toda

lógica, y es incesante,

no se cansa.

El corazón ya no funciona,

se ha parado,

ha dejado de latir.

CaMiNa

Camina mirando al horizonte y sólo se detiene para descansar, pasa por delante del atardecer, de ese sol que tantas tardes vio en compañía de esa mujer, de esas siluetas que tantas veces dibujaron en la arena, de tantos momentos que compartieron.

Camina echando la vista hacia atrás, esperando que aparezca de un momento a otro la rojiza melena ondulada al compás de la brisa, pidiéndole que regrese, que deje de caminar, que se detenga para siempre, pero sólo ve las olas rompiendo contra las rocas con fuerza.

Camina cabizbajo, recorriendo el camino que dibujan sus huellas, esperando que no se borren nunca para que ella pueda seguirlas más tarde, o esperando tener que deshacer su camino en cualquier momento.

Camina perdido mirando al horizonte y se detiene para dejar de mirar atrás, para coger fuerzas, para mirar hacia delante, y entonces la ve, apoyada sobre el muelle, esperándolo.

Camina con paso ligero por primera vez, recto hacia ella, hacia esa rojiza melena ondulada que se mueve al compás de la brisa, aquella mujer con la que tantas tardes vio atardecer, con la que tantas siluetas dibujó en la arena, con la que tantos momento compartió.

Y deja de caminar, se detiene, las olas se detienen, y pisa fuerte para que no se borren sus huellas, ese camino que la llevó a ella de nuevo, y ella le pide que regrese, que deje de caminar, que se detenga para siempre en ese punto con ella, que la abrace fuerte, le pide que no vuelva a caminar sin su compañía bajo el atardecer.

ExPlOsIóN

Como las horas pasan desamparadas

sin que nadie las retenga

mi libertad aguarda y se esfuma

sin ser sentida.

Clama, clama aun ser superior

aunque la respuesta aún no halló

y como el estruendo de un tambor

late mi corazón.

Rápido, lento, fuerte, flojo

los momentos de evasión

resurgen en mi mente

y me transformo en aire.

Vuela sin dirección mi mente

se posa en el interior de un volcán,

arde y estalla en ira roja

cuando el temblor inunda mi cuerpo.

ADIÓS

Fuera, te quiero fuera,

si no quieres estar conmigo

no sé que haces en mi mente.

Ya no te molestaré más,

no volverás a saber de mí.

Seremos como dos extraños,

pues eso es lo que hemos

llegado a ser.

Sigue tu camino, pero

piénsalo bien, pues no podrás

volver atrás,

no soy un juguete.

En este juego sólo hay un ganador

o dos vencidos; escoge.

Si no quieres que vuelva

a hablarte, no lo haré,

si no quieres que te mire

no lo haré,

pero pobre de ti

si te arrepientes de haber perdido

mi amistad, porque es

muy valiosa y no sé si la volverás

a alcanzar, no se debe jugar

con los sentimientos de los demás.

Ha llegado el momento de

decir adiós, de empezar

una nueva vida.

Ya no miraré más hacia atrás,

no tengo ganas de sufrir.

Empezaré un nuevo camino

en el que intentaré evitar mis errores

del pasado y los nuevos.

Ha llegado el momento de pensar

en mí y en nadie más,

de quererme y cuidarme un poco,

de mimarme más.

No me reconocerán, una nueva

persona llena de vitalidad,

que no llora por cosas desafortunadas,

sólo por las cosas buenas.

Sólo hay unas palabras que siempre

compartiré contigo: adiós.

(tú te lo perdistes)

Aguarda

Pequeña, crece y se expande

una llamita en mi interior,

me acaricia la cara

y me entrega su dulzor.

Obsérvala, mírala,

sonríele sin temor

saluda a la llamita

con el latir del corazón,

finge que no duele si quema

y aguarda al que la encendió.

UNA MIRADA FUGAZ

Una mirada fugaz, feroz, penetrante,

Un suave deslizarse hacia el otro

Un movimiento lentamente dirigido hacia

El otro cuerpo.

Te quedas mirando sin saber a qué,

Lo deseas, necesitas acercarte.

Rozas un poco de piel que se eriza,

Caliente y suave.

Te emocionas y te acercas más,

Intentas fundir tu cuerpo con el suyo.

Lo acaricias lentamente.

Levantas la cabeza y llegas a su

Boca, un beso, tierno, cálido, delicado,

Húmedo.

Se te hace la boca agua y re relajas,

Se te deshace el cuerpo, lo ansías.

Tiemblas.

Un pequeño juego de prendas

Empieza a invadir la habitación lentamente

Poco a poco, sin prisa, acompañado por

La oscuridad acogedora de una noche

Lluviosa.

El cuerpo empieza a encenderse,

A emocionarse. Un beso en el cuello,

Cosquillas;

Un beso en el vientre, pasión, emoción,

Toda una clase de sensaciones recorre

Tu interior y lo deseas;

Lo ansías.

Tu cuerpo se acerca más y se

Enciende la pasión, pero una pasión

Serena, armoniosa, casi sincronizada

Que llena tu corazón.

Lloras, gritas, tiemblas de emoción,

Saltas de alegría.

Mezclas tu cuerpo con el otro y sientes

Calor, pasión, ardor, el contacto con

La otra piel, las formas, las curvas,

El olor, el aroma de su pelo,

Su fragancia…

Te relajas, desfogado por todo lo que

Has sentido, querido, ansiado, deseado,

Como si fuera lo único que te importara.

Y estás ahí con esa otra persona a la que estimas,

Está ahí, mirándote al lado de la

Ventana, temblando, algo que es inofensivo,

Que necesita tu amor.

Y entonces te mira, una mirada

Fugaz, feroz, penetrante, te vuelves

A acercar…

SoLeDaD

Lejos, quiero verte lejos

de mí; hace tiempo prometí

que no te volvería a ver;

no quiero saber nada de tí.

Pero por qué me persigues,

me haces daño,

¿es que no lo ves?

Hubo un tiempo en el que tú

y yo nos llevábamos bien,

pero eso ya pasó, ahora aléjate,

no me hagas sufrir.

Quisistes apartarme de los demás

y estuve a punto de ceder,

pero recapacité y ahora,

ya me ves, huyendo de tí

para no volverte a encontrar.

Fuistes mi amiga

pero me traicionastes;

amiga cruel sólo podías ser tú,

la que tanto me ayudaba.

Ahora procura no perseguirme,

huye de mí;

porque si no lo haces te buscaré

hasta acabar contigo,

con ese sufrimiento,

con esa soledad.

Cultura

El saber no es más que la cultura

sacada de un par de libros históricos,

que fueron sacados de los diarios

de las personas no cultas.

Horizonte

Sensación de libertad, de paz,

color azul.

Olas que llegan a la playa

y se van y se llevan los malos recuerdos.

nace una sonrisa poco a poco

que se dibuja en el firmamento;

una silueta bañada por el sol

ondea al ritmo de la brisa.

Cierras los ojos, respiras profundamente,

expulsas el aire guiado por el corazón.

Un pie se introduce en el agua

y el conjunto de arena se empieza a movilizar.

Lentamente la piel se va erizando,

va palideciendo, va perdiendo color

pues ese agua que el pie mojó

está helada, despierta tu inspiración.

Y poco a poco el cuerpo bañado por el sol

sustituye a la brisa por una nueva situación;

se va perdiendo paulatinamente, se guía

por la corriente, nada, nada

hasta perderse en el mar de su corazón.

Un RaYo De LiBeRtAd

Todo empezó cuando el Sol miró a la Luna. La Luna era pequeñita, frágil, blanca, resplandeciente…la amó recién llegada al mundo. El Sol debía cuidarla y guiarla en las noches oscuras, esas que están llenas de incertidumbres y peligros; pero el Sol sabía que ella algún día reluciría, que sería la más bella, no habría otra como ella; sólo hacía falta mirarla: mirada desconcertante y fija, respetuosa, silenciosa y callada, inamovible, soñadora, misteriosa…grandiosa, hasta el Sol se doblegaba ante ella, temblaba al verla.

Las estrellas la peinaban, la arropaban, la mecían, la ayudaban a brillar.

Un día el Sol le dio uno de sus dones más preciados: un rayo, un único rayo que le haría brillar eternamente.

El Sol la seguía, iba delante y detrás de ella, y la pequeña Luna fue creciendo, cambiando…a su paso los barcos naufragaban embrujados por su belleza, por su hechizo. Ella no podía remediarlo, pero la Luna buscaba algo diferente, necesitaba no seguir siendo mantenida por los rayos de los que la cuidaban…necesitaba y anhelaba brillar por luz propia.

El Sol no lo sabía pero, cada vez que la Luna crecía, ella rompía un trocito de su rayo, ese rayo que la unía a él de por vida. Ella quería ser libre.

Después de un tiempo, el Sol notó que el brillo de su rayo se apagaba, y enfurecido brillo como nunca, intentando mostrar todo su poder, su ira…él era el que mandaba.

La Luna sólo estaba a su cargo, era su pequeña Luna, una cosa insignificante y pequeñita que él cuidó.

Mandaba de vez en cuando a reconstruir su rayo, pues todos debían conocer el poder del Sol, su dominio, sus acciones…debía demostrarle a la Luna que, a pesar de que la quería con todo su ser, él era el amo.

Pronto, las plantas empezaron a marchitarse, el calor lo cubrió todo. La Luna estaba siendo recluida y cada vez se mostraba menos.

El Sol no quería que nadie la viese, la quería sólo para él, tenía celos de cuantos la adoraban, de cuantos le hacían poemas o morían por ella.

A pesar de todo, la Luna siguió luchando pues soñaba con ser libre, no iba a doblegarse ante el rayo que apagaba su luz, ni ante el Sol que la perseguía y la observaba noche y día.

Resistió hasta que, una noche en la que las estrellas descansaban pensó en escapar, era la hora. En su camino se paró en un lago y observó su reflejo. Detrás de ella pasó un cometa, por aquellos tiempos llamados deseos fugaces, aliados del Sol…él lo enviaba en su búsqueda.

Cerró los ojos, soltó una lágrima…y al abrirlos apretó los puños y se armó de valor pues el Sol estaba cerca y debía pensar rápido.

Al momento se encontró frente al Sol y ante toda su tropa de estrellas y deseos fugaces. El Sol intentó impedirlo, pero ya era tarde.

La Luna lo miró, y con una sonrisa cerró los ojos y suspiró…como por arte de magia su luz interior rompió el rayo deslumbrando a todos…se había convertido en Luna llena, resplandeciente, dueña de su vida y su libertad; brillaba con luz propia y el Sol no podía impedirlo, sólo podía contemplarla. Ella era la Luna llena, la reina de la noche.

 

Y devolviéndole los trozos del rayo al Sol le dio un beso en la mejilla y se fue a través del lago contemplando su luz, se fue a cumplir su sueño.

reGREso

Bajo esta lluvia

Que viene como viento ligero

Se hielan mis manos

Y se agudiza el ingenio.

Bajo esta capa de frío

Que envuelve mis mañanas

Suspiro por un recuerdo

Que me llegue al alma.

Como música que envuelve

El cuerpo del que baila

El aroma de tu cuerpo

Hace renacer la esperanza,

Y aparece la sonrisa

Olvidada por la calma.

Después del invierno

Que colorea las tardes cerradas

Se abre un color resplandeciente

Que espera tu llamada.

Y volando hacia la nada

Como las palabras que se pierden en la nada

Abro los ojos al horizonte

Y espero tu llegada.

Llamada de ATENCIÓN

Todo el mundo está en mi contra

y pasan al lado mío como si nada.

¿Sufrir? si se sufre, porque son

personas queridas.

Me ahogo, y lloro, lloro en cada

momento de intimidad, haciéndome

preguntas que nadie contesta,

que nadie resuelve.

Me siento sola, porque nadie está

a mi lado para apoyarme.

¿Confiar? esa palabra dejó de tener

significado para alguien, pues

es lo único que yo poseía de valor;

ahora, me lo quitan.

¿Sabéis quién soy? soy aquello

que nadie quiere, que no se merece

tener amigos, porque nadie se

acerca a él, y se siente solo, y

llora; soy alguien incomprendido,

ahogado, tapado con un velo

para que nadie me vea, o para

que pasen de mí.

Lo mejor muchas veces sería

desaparecer, irme, desvanecerme,

y podría asegurar que la gente

no se daría cuenta de que me

he ido, porque a estas alturas

de la vida nadie está

dispuesto a quererme.

LLorar, llorar y gritar,

llorar y desahogarme,

llorar y calmarme.

Fuego, ese fuego de

mi interior que se enciende

y que se apaga en un

suspiro, en un grito.

La ira me invade, pero

intento frenarla; se me

resiste y aunque no puedo

con ella, se concentra en

mi corazón poco a poco.

Y en un momento exploto

y saco todo mi fuego, mi ira,

mi llanto, mi llamada de atención.

INSULTOS…

Esos insultos, ¿dónde van?

¿resbalan o se consiguen colar?

Afectan, insultos que duelen,

que no dejan ver su rostro al pasar

pero llenan de sangre y llanto

al corazón que intenta luchar,

que libra una batalla con la integridad

para apoderarse de su Libertad.

Insultos silenciosos,

o insultos que no se pueden callar

me hieren, me entristecen

afectan mi sensibilidad.

Se mueven sigilosos

y logran alcanzar

a aquellos sueños que mi corazón

anhela, anhela verlos pasar.

VIDA HUMANA

vida humana:

– exámenes que se olvidan al momento

– juergas que permanecen en la memoria

El ser humano es el ser más inteligente

que existe sobre la Tierra. ¡JA JA!

QUIÉREME

QUIÉREME POR LO QUE TE DOY

QUIÉREME PORQUE LO MEREZCO

QUIÉREME SIN RAZÓN

QUIÉREME POR LO QUE SOY.

Porque tenías que aparecer…

¿Por qué cuando mi corazón late es porque ha recordado tu cara?

¿Por qué cuando me alejo siento que me pierdo?

¿Por qué si no sé de ti siento que he perdido una parte de mi día?

¿Por qué no pasaste desapercibido aquella tarde de invierno?

Porque si recuerdo tu cara es porque eres mi corazón

Porque si me pierdo sé que es porque estoy segura contigo

Porque si pierdo una parte de mi día pierdo media vida

Porque aquella tarde de invierno tenías que aparecer en mi vida.

No te arrepientas nunca

de lo que hayas disfrutado.

Entendiéndote

Ya lo entendí:

como un príncipe destronado

(pues así lo siente tu alma)

te deprimes constantemente

esperando inamovible

que tu mandato sea escuchado

y que yo me acerque sigilosa

permaneciendo arrodillada

sin rechistar en ningún caso

en tu regazo.

Si me muevo te revuelves

si me marcho tú te hundes

y no descansas preguntándote

el por qué de tu destino.

No esperes que de mal humor

yo esté deseosa de acercarme

pues espantas los buenos deseos

y cubres de gris tu terreno

con tu tristeza desbordada

y tu falta de simpatía,

así que

levántate príncipe destronado

y cambia tu alma deprimida

por otra deseosa de júbilo,

otra deseosa de alegría.

Princesa y caballero

Levanta, princesa callada

el día ya amaneció

tienes que tomar un rumbo

tomar una decisión.

Olvida al caballero

que aún dormido está

soñando con ser el amo

muy equivocado va.

Salta del castillo

cambia de vestir

grita a los cuatro vientos

quién es la dueña de ahí.

Calla, calla – dijo el caballero

tu no saldrás de aquí

yo mando, yo ordeno

te ordeno permanecer aquí.

Ríe ríe la princesa

sólo te vas a quedar

no quiero mandatarios

que ordenen mi libertad.

Ahora hablo yo muy alto

tú tendrás que escuchar

sólo quiero que calles

y sigas tu caminar,

pues aun siendo princesa

corazón de guerrera nacerá,

no em aflijo, no descanso

hasta verte suplicar.

Algún día princesa

volverás, ya verás,

volver a tus trajes de seda

ya vendrás a suplicar.

Y mientras duerme el caballero

la princesa en camino está,

descansada, muy contenta

y lista para comenzar

una vida ella sola,

una vida sin final.

La FloR

El viento suave, el sol ardiente,

todo lleno de color.

Al fondo, una suave voz sollozando

armoniosa, reclamando atención.

Una flor buscando su pétalo caído

al agua, mojado, marchitado.

Le pregunta al viento, le clama al árbol

y le habla a una rosa…

Canta, habla armoniosa, su llanto

resbala por su garganta, por su tallo;

el paso del tiempo le arranca

su vestidura…

Y vuelve a cantar, vuelve a susurrarle

a la tierra, todo gira en torno a ella.

El pétalo da vueltas en el agua

y se aleja, se va, se distancia,

se va hundiendo…

La flor se niega a separarse

de su pétalo, se separa de la tierra

y se va en su búsqueda.

Todos los elementos la llaman,

le advierten, pero ella no hace caso

y sigue cantando y se va alejando,

se sumerge en el río, lucha

contra la corriente y se deja arrastrar…

Duerme y canta en sus sueños junto

a su pétalo en el fondo del río,

y mientras el agua canta su historia

a su paso, la flor sonríe.

CUANDO…

Cuando la esperanza se pierde

y la ilusión brilla por su ausencia,

cuando tu templo se desmorona

y la gran lluvia comienza a llamarte,

más vale que arrastre y arramble

con todo el dolor que en tí existe,

que limpie y aclare las penas

para poder ver brillar al final

un bonito sol

que ilumine tu caminar.

Cuando la razón se pierde

y las bonitas palabras billan por su ausencia,

cuando el amor no lo puede todo

y la seriedad sustituye a la sonrisa,

más vale buscar consuelo y descanso

en una mano amiga, en una enemiga,

en cualquier cosa que puedas aferrarte,

para que cuando caigas o tropieces

puedas volver a levantarte.

Y es que, si cuando piensas que estás solo

no crees realmente que pueda haber alguien esperándote,

más vale dejar de pensar

y levantar la cabeza,

para dejar que la lluvia te moje por completo,

y poder comprobar que todo

lo que te ocurre se cura

escuchando a tu corazón.

 

 

Porque tenías que aparecer

¿Por qué cuando mi corazón late es porque ha recordado tu cara?

¿Por qué cuando me alejo siento que me pierdo?

¿Por qué si no sé de ti siento que he perdido una parte de mi día?

¿Por qué no pasaste desapercibido aquella tarde de invierno?

Porque si recuerdo tu cara es porque eres mi corazón

Porque si me pierdo sé que es porque estoy segura contigo

Porque si pierdo una parte de mi día pierdo media vida

Porque aquella tarde de invierno tenías que aparecer en mi vida.